El sexto disco de estudio es, aunque suene a tópico, una nueva vuelta de tuerca en una discografía que no pierde un ápice de frescura y originalidad. Bruce Haack, Godfathers, Virgin Prunes, Wipers o My Bloody Valentine entre otros han servido de inspiración a la hora de crear un disco cargado de sintetizadores y electrónica varia, todo ello respaldado por la repetitiva y machacona batería de Parks, nuevo miembro de la banda aunque viejo amigo del afro duo. En cuanto a los temas, destacan la desquiciada Dyslexicon, Molochwalker ( el tema cañero del disco, como en su día lo fueron Wax Simulacra o Cotopaxi), la propia Noctourniquet con un sensacional Alderete al bajo, o la hipnótica Empty Vessels, muy en la linea de Octahedron, en la que Cedric demuestra que cada disco que pasa canta mejor.En definitiva, un gran trabajo que repite la visión que tuvo Neil Young con su disco Trans. La diferencia es que a Omar sí que le ha salido bien la jugada.
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