Después del magnífico Ghost Reveries del 2005, en Watershed siguen mezclando elementos del death metal con voces limpias e increibles melodías, algo que no sorprende porque ya llevan unos añitos haciendolo (¡y de qué manera!). Opeth son unos de los maestros del metal progresivo, pero nada que ver con otras perogulladas dreamtheaterianas, todo lo contrario. La asociación de Opeth con Steven Wilson de Porcupine Tree (pese a que en este disco ya no aparece como productor), dejó cosas buenas en ambos grupos: Opeth mejoró increiblemente sus registros más tranquilos y Porcupine Tree incorporó esos elementos metálicos que tanto éxito le están dando. A tener en cuenta en lo mejor del 2008.